Los ángulos magnéticos están formados por dos imanes rectangulares independientes, lo que garantiza una fuerza de sujeción constante.
Los dos brazos magnéticos perfilados facilitan la sujeción de superficies planas, así como de tubos y perfiles inusuales.
Los orificios de montaje son útiles para unir dos imanes y utilizarlos como elementos de sujeción.